martes, 31 de marzo de 2015

En memoria de Fernando Marcos


Autoretrato de Fernando Marcos.


¡Adiós amigos, hasta la hora soberbia de los esqueletos!

Lejos de mi patria recibo la noticia de la partida de mi amigo, el gran pintor y muralista Fernando Marcos Miranda.

Integrante de la distintiva Generación del ’38, Fernando Marcos ( Valparaíso, 19 de Septiembre de 1919 - Santiago, 21 de Marzo de 2015) cristalizó en su obra pictórica un estilo único donde confluyen diversas técnicas y escuelas y que encuentra, quizás, en su serie de Rapa Nui o bien, en sus murales santiaguinos, las características más propias de su arte, de aquellos trazos definidos por los colores móviles y el lenguaje silencioso y líquido de las formas.

Fernando Marcos ha logrado un estilo propio y definido que es en realidad, la plasmación de su visión: Allí están los trazos inspiradores del Macchu Picchu eterno; los mitos del amor y los misterios del «Ombligo del Mundo»; la historia nacional en el evocador mural El Encuentro o el proyecto mural sobre los trenes que nos transportarían a la geografía mágica del país; la singular obra-secuencia sobre el terremoto de Chile de 2010 o bien, los retratos de personalidades –algunas famosas y otras, en tanto, del más completo anonimato– como genuina expresión de su arte.

Los maestros muralistas mexicanos Diego Ribera y David Alfaro Siquieros ejercieron gran influencia en la visión artística y social de Fernando Marcos, influencia que supo desarrollar y proyectar en Chile, pues sus murales son aspiración y demanda de justicia social.

Su arte evoca; es una llamada desde los trazos definitivos y los colores en movimiento.

Esto es Arte. Manifestación espiritual, búsqueda, conocimiento, transmutación de las formas y los colores; creación, inmersión y recuperación de la consciencia del hombre y del mundo.

Conocí a don Fernando hace más de quince años, cuando junto a don Carlos Barreto, intentábamos publicar los escritos de Héctor Barreto, el genial cuentista de las historias ociosas de un Santiago ya casi olvidado. ¡Cuántas conversaciones en distintos lugares que nos remontaban a aquella época cuando jóvenes idealistas anhelaban mejorar las condiciones sociales del país, o bien, cuando intentaban encontrar uno de los accesos a la Ciudad de los Césares! Así recorrimos San Diego, Avenida Matta, Serrano, Copiapó, Coquimbo y muchas otras calles y pasajes de aquel Santiago donde primaba la religión de la amistad y que hoy ha devenido en una ciudad sin alma.

Recuerdo como si fuera ayer, los relatos de las aventuras y desventuras de Héctor Barreto, Julio Molina, Santiago del Campo, Miguel Serrano, Homero López, Omar Cáceres, y Jaime Rayo –entre otros–. Artistas únicos y extraordinarios quienes expresaron en su arte la revelación de la vida y las aspiraciones de sus existencias.

Una vez, también, recorrimos la calle Lira donde se encuentran los rieles que nos conducirían a la inaccesible Ciudad de los Césares.

¿Cómo olvidar las historias ociosas, el Arquitecto Inmóvil, Defensa del Ídolo, Sombra y Sujeto o Ni por mar ni por tierra? Como símbolo a ellos, a la Generación del ’38, don Fernando ha ilustrado los cuentos de Héctor Barreto y los poemas de Omar Cáceres y Jaime Rayo, obras que permanecen aún inéditas.

Hoy evoco todo esto, pues quizás soy uno de los pocos que conocen la gran importancia de los artistas de la Generación del ’38 y su influjo en el alma de Chile.

Evoco también a don Fernando y su genuina amistad, presente en todas y cada una de nuestras innumerables reuniones.

La última vez que me reuní con don Fernando, me señaló que estaba preparando unas pinturas de colores «jamás vistos antes», obra que se encontraría destinada a «completar mi trabajo», como afirmó este alquimista de los colores.

Esa última obra quizás sea la culminación del trabajo de toda una vida: Una pintura excepcional e insuperable y que se proyecta allá, con colores inexistentes, incapaces de ser observados aquí.

Más allá de las formas, esforzándome, puedo ver al maestro Fernando Marcos trazando nuevos colores que surcan las dimensiones infinitas de la luz y las sombras.

Rafael Videla Eissmann
31 de Marzo de 2015

miércoles, 1 de octubre de 2014

Tipos populares y la influencia del muralismo mexicano


 Tipos populares (Sin fecha).


Dos cuadros realizados por Fernando Marcos que describen tipos populares mexicanos. Se remontan a inicios de la década de los 50 cuando Marcos recibió una beca por el Gobierno de México para estudiar pintura y escultura mural en la Escuela de Artes Plásticas y en la Escuela de Pintura y Escultura de ese país.

Marcos fue alumno de los reconocidos artistas David Alfaro Siqueiros (1896–1974) y Diego Rivera (1886–1954), siendo de este último, además, su ayudante.

 Joven mexicana (Sin fecha).


Conviene destacar que durante su estadía en México, Marcos fue Director de la Escuela Experimental de Educación Artística y también, corresponsal de la publicación ProArte de Chile.

Fernando Marcos y  el pintor ecuatoriano Osvaldo Guayasamín.


Regresó a Chile en el año 1952, pasando a formar parte de los artistas del Ministerio de Educación de Chile que realizaron diversos murales en planteles educacionales a lo largo del país, desarrollando de esta manera, por medio del arte muralista y sus proyecciones, un mensaje social cuyos motivos versan sobre el origen de la nación y la sociedad chilena con testimonios como los plasmados en Homenaje a Gabriela Mistral y los Trabajadores del Salitre (1947), Encuentros (1994) o el proyecto Historia del Ferrocarril en Chile (2007) que fue destinado para la Estación Central del metro capitalino.

RVE
1º de Octubre de 2014.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Algunas obras intituladas de Fernando Marcos


Intitulada (Sin fecha).


Obras intituladas que poseen la estampa característica del maestro Fernando Marcos: La fusión de las formas en colores y de estos en las formas. En estas escenas, se percibe cierta nostalgia o anhelo: Los rostros, usualmente presentes en las pinturas de Marcos, se encuentran ocultos, o ausentes. Distantes. De hecho, las miradas no se encuentran.

El motivo de la tercera pintura -que describe a una pareja sentada y de espalda-, es peculiar por cuanto difiere del estilo general de Marcos. Por los trazos y colores, se aproxima al impresionismo.

Intitulada (Sin fecha).

Intitulada (Sin fecha).


En su conjunto, los movimientos son estáticos, silenciosos. Quizás pletóricos de luz.

Son estos los trazos, o las plasmaciones, de una totalidad anhelada y que se vislumbra en el profundo silencio del arte.

RVE
4 de Septiembre de 2014

martes, 1 de julio de 2014

Mujer y Hombre


 Hombre y mujer (I).


He aquí dos pinturas de Fernando Marcos que describen por medio de las formas y los colores la fusión de la Mujer y el Hombre.

En la primera de ellas, las formas están completamente fundidas, disueltas una en otra. Indiferenciables. Imperan aquí los colores de la piel y ciertos trazos verdes, azules y un rojo-púrpura, que imprimen un aire casi onírico a la imagen.

La segunda pintura, en tanto, se caracteriza por las líneas claras. A diferencia de la pintura anterior, aquí los cuerpos se funden pero están aún diferenciados. Se descubren prácticamente los mismos colores pero utilizados de otro modo, de manera tal que constituyen en su conjunto imágenes de formas reconocibles.

En ambos casos, la Mujer y el Hombre están inmersos en un mundo o dimensión no reconocible por las percepciones de los sentidos físicos: En el AMOR más allá de este mundo.

RVE
1º de Julio de 2014

 
Hombre y mujer (II).

jueves, 1 de mayo de 2014

Autorretratos

 
 

Dos autorretratos.


Dos autorretratos con la característica técnica y estilo de Fernando Marcos: El primero sin fechar y el segundo, en tanto, de 1995. Constituyen claramente dos etapas en la vida del maestro Marcos.

El primero destaca por la mirada concentrada, la mano derecha con el pincel -la expresión primera y última del artista- y un color sepia que cubre con un halo de nostalgia. El segundo autorretrato, por otro lado, presenta una atmósfera más bien distendida, amena y cordial definida quizás por la postura de las manos, una hoja y un vaso, todo envuelto en una especie de malla de colores.

RVE
1º  de Mayo de 2014

El maestro Fernando Marcos (Abril de 2014).

jueves, 17 de abril de 2014

Retratos de Gabriela Mistral y Pablo Neruda

 
Gabriela Mistral.

Pablo Neruda.


Retratos realizados por Fernando Marcos de los poetas Gabriela Mistral (pseudónimo de Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, 1889 – 1957), y Pablo Neruda (pseudónimo de Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, 1904 – 1973), quienes recibieron el Premio Nobel de Literatura en 1945 y 1971, respectivamente.

El retrato de la poetisa no tiene fecha mientras el de Neruda está fechado en 1979.

RVE
17 de Abril de 2014

viernes, 14 de marzo de 2014

Sobre una obra intitulada de Fernando Marcos

 

Esta obra de Fernando Marcos difiere de sus trazos y formas características. Es un rostro, una faz, casi de naturaleza onírica, o metafísica, donde la única forma de delineación nítida es el ojo derecho del rostro; mientras que el otro ojo, la nariz y la boca, apenas se vislumbran en una fusión de tonalidades, casi líquidas, quizás voluntariamente ausentes, o bien, no materializadas. La pupila posee una profundidad infinita, inconmovible, refulgente, rodeada por el color verde del iris, abrasante. Quizás la clave de esta extraordinaria obra del maestro Fernando Marcos se encuentra en una figura antropomorfa -¿un ángel?- que al parecer se refleja en la pupila, imagen al mismo tiempo de la realidad intangible, sólo vislumbrada como tal desde este mundo de las formas ilusorias.

RVE
14 de Marzo de 2014

 (Detalle).