lunes, 2 de enero de 2012

“Capté la esencia física y sicológica de Cantinflas”


El pintor Fernando Marcos en su hogar de Ñuñoa.


Fernando Marcos, retratista del actor mexicano, dice que en Chile lo olvidaron como artista
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Fue el primero en traer estudiantes pascuenses al continente, fabricó un mosaico en vidrio y creó el descomunal mural El Encuentro en la municipalidad de San Miguel.

Marcos (94), viudo y padre de tres hijos, es uno de los primeros muralistas de nuestro país y, según relata, uno de los más olvidados.... Aunque, asegura, eso lo tiene sin cuidado. “Me tiene sin cuidado, porque yo no busco la autocomplacencia en el arte”, cuenta el autor de la obra “Trabajadores del Salitre”, exhibida en la Ciudad del Niño.

Comenzó su carrera cuando tenía 16 años en la escuela de Artes Aplicadas de la Universidad de Chile, donde fue discípulo de Laureano Guevara, quien le enseñó el arte de construir murales.
“Con él aprendí que todas las profesiones tienen su retribución tarde o temprano”, agrega el destacado artista.

Encuentros. Mural de cerámica esmaltada ejecutado en la fachada de ingreso de la Municipalidad San Miguel en 1994. Las dimensiones de esta obra de Fernando Marcos son 8,60 m de alto y 18,30 m de largo.


Pero el maestro, como muchos de los artistas chilenos, no hizo casi nada de su carrera en nuestro país. Gran parte de su obra la desarrolló en México, donde partió como ayudante de grandes pintores como Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, y conoció también a Frida Kahlo.

“Yo estuve en la clínica cuando a ella (Frida) le amputaron una de sus piernas producto de la gangrena. Era una persona muy herida en lo físico y en lo sicológico. Nunca sonreía”, recuerda.

Fernando Marcos también se codeó y retrató a uno de los grandes: Mario Moreno “Cantinflas”.

“Visité los lugares que frecuentaba. Capté su esencia física y sicológica”, relata.

“Un día le fui a tocar la puerta a la casa y me preguntó cuándo iba a poder ver el retrato. Yo le dije que apenas lo terminara. Nunca nadie había hecho un retrato de Cantinflas”, agregó.

El creador ha sido docente de varias universidades. Sin embargo, dejó el profesorado por su edad y un desencanto con el arte. “El arte se desconectó, ahora son sólo formas bonitas. La tecnología avasalladora está matando el arte, que sólo debe sobrevivir”.

Por Diego Villegas Cascardo.
Diario La Cuarta. Santiago de Chile,
17 de Agosto de 2011.